Sergio Leone fue un guionista, productor y director de cine italiano. Es uno de los directores más famosos de la historia del cine, y es sobre todo conocido por sus spaghetti western. Sergio, aĂşn muy joven, entra en la industria del cine, y con 20 años es actor y asistente de direcciĂłn de Ladri di biciclette (1948) de Vittorio de Sica. DespuĂ©s estarĂa en grandes producciones estadounidenses rodadas en Europa. Entre ellas Quo Vadis? (1951) de Mervyn Le Roy, Helena de Troya (1955) de Robert Wise, Ben-Hur (1959) de William Wyler o Historia de una monja (1959) de Fred Zinnemann. En 1959 le dieron la oportunidad de sustituir, por enfermedad, al director Mario Bonnard durante el rodaje de Los Ăşltimos dĂas de Pompeya, aunque no pudo firmar la pelĂcula. Su primera pelĂcula oficial fue El coloso de Rodas (1960) y dos años más tarde sustituirĂa de nuevo a un director, Robert Aldrich, en Sodoma y Gomorra. Aldrich fue una influencia clave para Leone, con pelĂculas como Veracruz (1954), donde el perfil clásico del western se desdibuja con personajes más ambiguos y carentes de valores. A partir de aquĂ comienzan sus obras más personales, que se inicia con la famosa trilogĂa western, tambiĂ©n conocida como TrilogĂa del dĂłlar, en coproducciĂłn con varios paĂses europeos y rodada en la árida regiĂłn de Tabernas, AlmerĂa (España), asĂ como en las proximidades de Carazo en la Sierra de la Demanda, Burgos. La trilogĂa obtuvo un inesperado gran Ă©xito, conduciendo al western a su Ăşltimo perĂodo cinematográfico, el llamado spaghetti western, gĂ©nero muy cultivado en el cine de los 70, además de aportar dos nuevos talentos al medio, el compositor Morricone, amigo desde la infancia del director, y el actor Clint Eastwood, desconocido hasta entonces, al que el director contrata entre un grupo de actores. El personaje creado para Eastwood, "el hombre sin nombre", es el prototipo de antihĂ©roe del espagueti western. Hombre duro y solitario, sin escrĂşpulos ni sentimientos y movido por el dinero. De esta manera Leone crea un icono del cine, personalidad ruda, pocas palabras, mirada de hielo, invencible en mĂşltiples duelos. Siempre vestido con un poncho raĂdo y un cigarro en los labios, es capaz de matar a sangre frĂa, si es necesario por la espalda, para conseguir su objetivo. Es un personaje que se convertirá en estereotipo en mĂşltiples films y que influirá de forma decisiva a directores, actores e incluso a los dibujantes de cĂłmic actuales. Como anĂ©cdota curiosa, cabe destacar que Por un puñado de dĂłlares tuvo ciertos problemas legales al plagiar una pelĂcula anterior de Akira Kurosawa titulada Yojimbo (1961). Tras esta trilogĂa no deja la temática del western y filma una de sus obras maestras, Hasta que llegĂł su hora, un western crepuscular rodado en CinecittĂ , AlmerĂa y en los mismos escenarios estadounidenses en los que rodĂł la mayor parte de sus pelĂculas su admirado John Ford.
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